miércoles, 22 de septiembre de 2010

El rincón escondido


Me gusta la libertad que me da poder escribir sobre las cosas más mundanas, sin la presión que significa dar una buena imagen en mi blog público.

Me gusta ser libre de amar, odiar, frustrarme, sonreír como todo el mundo.

No puedo imaginar la carga que debe significar para los periodistas respetables el tener que aparentar siempre ser personas cuerdas, sin sentimientos ni emociones, sin vivencias más allá de las políticamente correctas.

Es genial tener un rincón donde poder expresarte y ya. Sacar tus demonios sin rendirle cuentas a nadie porque sabes que los dejas ahí y ya está. O releerte con la satisfacción de la rabieta superada y el amor que sigue fuerte ahí.

Tengo tantos proyectos ahora que me he mantenido un poco lejos de este, mi rincón, pero aunque pase tiempo sin refugiarme, venir aquí siempre es un placer.

Ahora, al pensar que es inevitable venir un poco menos que antes, me da un poco de nostalgia, pero esa sensación de inmediato es opacada por el entusiasmo de tener tantas cosas nuevas qué contar con cada visita.

Llegaron el otoño y las ocupaciones, pero no quería comenzar esta nueva etapa sin llenar de un poco de color este rincón escondido, pero para evitar cursilerías sólo diré que...

¡Es una verdadera dicha estar viva! :D